En este chalé de la urbanización madrileña Bonanza se respiran las buenas vibraciones y fluye la energía positiva. Alrededor de una mesa repleta de latas de cerveza vacías, Diego de Laura se arranca a cantar flamenco con la guitarra, mientras Ignacio, del dúo de gemelos Morochos, se pone a tocar el cajón ante la atenta mirada de la cantautora Grex.
Cualquier cosa puede suceder en esta casa de Boadilla del Monte, que es la base de operaciones de Ultraligera, uno de los grupos más prometedores del panorama actual. Acaban de acondicionar su nuevo estudio, que han reformado con sus propias manos durante dos meses y medio y que muestran con orgullo.
«Queríamos montar nuestra guarida y nuestra cueva para tocar y reunirnos con otros grupos. Hemos pintado el fondo de negro y también hemos puesto madera porque le queríamos dar un toque cálido», explica el cantante del grupo, Javier Gismero. La decoración del local de ensayo se ha elaborado con sumo esmero en función del sonido, con telas y maderas para que haya una buena acústica.
Ultraligera es un grupo madrileño de rock alternativo que acaba de dar el salto a la multinacional Warner y que hoy lanza al mercado su nuevo single, Tú no lo ves, un tema que habla de estar perdido en la ciudad y de sentirse invisible, pero al mismo tiempo protagonista de una gran historia.
El grupo se compone del cantante Javier Gismero, el guitarrista Coque Fernández, el batería Martín Aparicio, el bajo Santiago Urruela y Kash, el nuevo guitarrista que se acaba de incorporar a la formación.
Se conocieron en una escuela de guitarra y en el instituto y empezaron a grabar sus primeras maquetas hace siete años con otra banda. Se forjaron en locales de música en directo como Honky Tonk o la sala Siroco, pero poco a poco fueron evolucionando y cambiando su estilo hasta que, en 2021, se transformaron en Ultraligera.
Su primer disco de corta duración contaba con temas como Mierda de fiesta o Europa, grabada con el vocalista de Shinova, Gabriel de la Rosa, una balada sobre la soledad en la ciudad.
Con sus primeras seis canciones, Ultraligera ya hizo bastante ruido en el panorama musical, pero con su nuevo LP Pelo de foca pretende llegar mucho más lejos. Cada mes del año lanzará un tema nuevo del disco, que reivindica los rituales y esas tradiciones populares con una parte mágica y esotérica que se está perdiendo.
Para la portada del álbum han contado con el fotógrafo Roberto de la Torre, que basa su obra en los ritos, la magia y la religión. Esa atmósfera oscura y esa sensación de recuperar el lado salvaje que llevamos dentro es lo que Ultraligera pretende rescatar en sus conciertos en directo, uno de sus puntos fuertes.
Espíritu rockero
Pese a la ola de música urbana que inunda todas las emisoras de radio, Javier Gismero sostiene que hay una vuelta al rock, una corriente que se ha gestado en muchos festivales de la geografía española.
«Las fiestas de los pueblos se han convertido en festivales y conservan esa esencia de los rituales primitivos, donde miles de personas cantan con una sola voz. La gente va a conocer los grupos. Te descubren en un escenario grande y luego te van a ver un local pequeño», afirma Gismero.
De hecho, Ultraligera se forjó en Conexión Valladolid, un festival que todavía no está muy masificado y que apostó por ellos desde el principio. Allí tocarán de nuevo el próximo 29 de junio y anunciarán próximas actuaciones en sus redes sociales @ultraligeraoficial.
Atrás quedaron los tiempos cuando se iban a las localidades playeras para poder tocar sus temas en la calle, dormían al raso si no sacaban el suficiente dinero y les despertaban las máquinas de limpieza de las playas.
«Somos una banda joven que tiene actitud y espíritu rockero, que es algo que se está perdiendo. Somos un grupo auténtico que cuenta con profundidad en las letras y en las melodías», concluye Coque Fernández, el guitarrista.