EE.UU. dice que no es realista que Ucrania recupere las fronteras del 2014
Guerra en Europa
El secretario de Defensa de Trump cierra las puertas a una eventual adhesión del país a la OTAN

El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, habla en un encuentro sobre Ucrania en la sede de la OTAN en Bruselas
En vísperas de la Conferencia de Seguridad de Munich (MSC), donde el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, podría anunciar un posible plan de la nueva Administración Trump para un alto al fuego en Ucrania, el líder ucraniano Volodímir Zelensky ha recibido malas noticias de Bruselas. Allí el nuevo secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, ha asegurado que no es realista que Ucrania recupere las fronteras del 2014 y ha cerrado las puertas a una eventual adhesión del país a la OTAN.
“Como todos, queremos una Ucrania próspera y soberana, pero debemos comenzar a reconocer que el retorno a las fronteras ucranianas previas al 2014 es un objetivo irrealista”, ha dicho Hegseth, dando por perdidas Crimea y parte del Donbás, en un duro mensaje que representa un giro radical a la postura expresada hasta ahora por el anterior gobierno estadounidense de Joe Biden.
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Hegseth ha dicho estas palabras durante una reunión del Grupo de Contacto para la Defensa Ucraniana, que precede a la cumbre de ministros de Defensa de la OTAN, la primera en la que participará, este jueves, como secretario de Defensa estadounidense. Hay mucha expectación para la cita porque hasta el momento poco se conocían de las intenciones del Pentágono para Ucrania y también porque llega antes de la reunión entre Vance y Zelenski, que tendrá lugar el viernes en Munich. Zelenski ya había dicho que asesores de Trump, a quienes ha tachado de “gente seria”, iban a visitar Ucrania esta semana antes del foro anual de debate sobre seguridad y defensa de la ciudad alemana.
Pero antes de la cita, Hegseth ya ha marcado las líneas rojas de la Casa Blanca sobre Ucrania. La más clara ha sido alejar las perspectivas de una eventual entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica, algo en lo que Ucrania insiste pese a la ambigüedad de los aliados. El la cumbre de Washington celebrada el pasado julio los líderes remarcaron que el camino de Ucrania hacia la OTAN era “irreversible”, pero hasta el momento muchos líderes de la OTAN, incluyendo EE.UU., eran reticentes a hablar de ello mientras dure la guerra.
“Perseguir este objetivo ilusorio sólo prolongará la guerra y causará más sufrimiento”, ha zanjado el nuevo responsable de Defensa de Trump, un antiguo presentador de la cadena conservadora Fox News y militar veterano, polémico por sus acusaciones de agresión sexual, malversación y consumo desmesurado de alcohol. “El baño de sangre debe terminar”, ha dicho, en su primer contacto con los aliados.
Ucrania lleva meses pidiendo que, a falta de la adhesión a la OTAN, sus socios le den unas garantías de seguridad suficientes en el caso de un alto al fuego para que Rusia no pueda volver a atacar su país en cualquier momento. En esto ha coincidido Hegseth, que ha tomado la palabra al comienzo del encuentro de esta grupo de una cincuentena de países que apoyan a Kyiv. El enviado de Trump ha dado la razón a Kyiv diciendo que “una paz duradera para Ucrania debe incluir sólidas garantías de seguridad que aseguren que la guerra no volverá a empezar”, pero también ha dejado claro que en ningún caso las tropas estadounidenses formarán parte de estas garantías de seguridad.
El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, al principio de la reunión sobre Ucrania en Bruselas
“Si estas tropas se despliegan como fuerzas de mantenimiento de la paz en Ucrania en algún momento, deben desplegarse como parte de una misión no de la OTAN, y no deben estar cubiertas por el artículo 5”, ha subrayado, excluyendo que EE.UU. vaya a formar parte del esfuerzo. Sin ellos, es decir, con una misión básicamente europea que restaría fuerza al esfuerzo para la seguridad de Ucrania, en un gesto que seguramente gustará a Vladímir Putin, que acaba de liberar a un profesor estadounidense preso en Rusia.
La primera toma de contacto del elegido de Trump para la Defensa también ha sido otra reprimenda a los socios europeos que no han hecho los deberes en la inversión pública en Defensa. Hegseth ha repetido las palabras del presidente estadounidense al decir que se debe elevar del 2% del PIB al 5% del PIB el objetivo del gasto militar en la OTAN, cuando quedan pocos meses para la cumbre de La Haya, donde los aliados podrían tratar de buscar una solución de compromiso que rondaría entre el 3 y el 3,5% del PIB, aunque algunos aliados, como España o Italia, todavía no han llegado al 2% marcado en el 2014.
“Estados Unidos no tolerará más una relación desequlibrada que fomenta la dependencia”, ha dicho Hegseth. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, lleva también tiempo señalando que la Alianza debe incrementar su inversión en defensa para poder hacer frente a la amenaza rusa, con una economía, dice, enfocada a la guerra. Hoy Rutte sin embargo ha dado un nuevo dato que marca un “progreso sustancial”: el año pasado, Canadá y los países europeos que son socios de la OTAN invierieron un 20% más que el año anterior. "Estamos seguros ahora, nuestra disuasión y defensa es fuerte en este momento, pero no en cuatro o cinco años si no tomamos algunas decisiones difíciles este año. Los que aún no están en el 2%, por favor, lleguen antes del verano”, ha reclamado el holandés.