El Gobierno cree que «Mikel Antza» terminará por ser juzgado en España
Los etarras detenidos, «Mikel Antza» y «Anboto», fueron trasladados a París junto con el matrimonio francés que les alojó en la casa de Salies-de-Béarn
MADRID. Es una cuestión de tiempo, pero al final el hasta ahora jefe de ETA, Mikel Albizu, «Mikel Antza», terminará por pasar a disposición de la Justicia española. Esta es la idea que ayer transmitió el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, al asegurar que la extradición de este terrorista no es «imposible» puesto que se trata de un miembro destacado de una organización terrorista que en ningún momento ha dejado de cometer delitos.
En declaraciones a Antena 3, López Aguilar aseguró que tanto España como Francia tienen suficientes «instrumentos de cooperación bilateral» para afrontar este tipo de situaciones y recordó que «son muchos los actos criminales en los que han tenido participación todas y cada una de las personas que han sido detenidas en la operación» desarrollada en la madrugada del pasado domingo.
Por esta razón, incidió en que la entrega de «Mikel Antza» podría producirse si se le reclama judicialmente por «delitos y hechos delictivos» distintos a los que se le imputarán en el país vecino. En medios de la Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha señalado que, de momento, no existen indicios que le impliquen claramente en hechos distintos, aunque se tiene el convencimiento de que la documentación incautada al jefe de ETA será muy esclarecedora en este aspecto.
El ministro de Justicia pidió que se deje trabajar a los órganos especializados en la lucha contra el terrorismo, tanto franceses como españoles, y subrayó que todos los detenidos depurarán «todas sus responsabilidades penales».
Entre tanto, ayer comenzó el traslado a París de todos los detenidos en la operación. Los primeros en llegar a la capital gala para ser puestos a disposición judicial fueron el matrimonio formado por Didier Arricau Cassiau y Maryse Lavie, arrestados junto con los jefes de ETA «Mikel Antza» y Soledad Iparragirre, «Anboto», a los que daban alojamiento en su casa de Salies-de-Béarn.
Una vez en la capital francesa, serán custodiados por la División Nacional Antiterrorista (DNAT) hasta que sean puestos a disposición judicial, no más de 96 horas después de su detención. Esto significa que, como muy tarde, el jueves deberá prestar declaración ante el juez por varios delitos, entre ellos el de asociación de malhechores con fines terroristas, castigado con un máximo de 10 años por la legislación francesa.
El mismo destino deben seguir «Mikel Antza» y «Anboto», que hasta ahora han guardado un silencio total en los interrogatorios a los han sido sometido en la comisaria de Bayona.
El resto de los detenidos son Miguel Negrete (arrestado en Saint-Pierre d´Irube); Lourdes Urdanpilleta (en Urrugne y esposa del camionero Pedro María Alcantarilla, arrestado en Burgos); el ex concejal de Batasuna Robert Arrambide, su esposa, Dina Lichtas, y el hijo de ambos (Hendaya); José Ramón Arano y Miriam Incabi (Briscous); Xavier Oxarango (Ayherre); y Pierre Serbielle (Domezain-Berraute).
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